martes, 8 de abril de 2008

Aunque sea en el sótano

"Para lograr el éxito, mantenga un aspecto bronceado, viva en un edificio elegante, aunque sea en el sótano, déjese ver en los restaurantes de moda, aunque sólo se tome una copa, y si pide prestado, pida mucho."

Aristóteles Onassis
1906-1975. Armador griego.


Esto es lo que se llama una lección de márketing personal venida de alguien que, sin duda, supo venderse. La idea que plantea la encontramos anteriormente en la vida de Oscar Wilde (el último gran dandy y el mejor conversador) cuando, tras caer en una profunda crisis económica, aumentanba su gasto externo (como mantener el carro de caballos con el que transitaba). Hace menos tiempo, el que entonces era el hombre más rico del mundo (en palabras de Ronald Kessler), Adanan Kassogui cuando todavía era universitario hacía sus pinitos. Mientras estudiaba en Stanford decidió mudarse a una suite de un lujoso hotel con varios de sus compañeros (que hacían las veces de secretarios y asistentes). Llegó a tener un nivel tan alto de gastos que frecuentemente no tenía el dinero suficiente para pagar las cantidades adeudadas al hotel. Entonces, con una valentía (y soberbia, supongo) insultante aumentaba la cuantía de sus propinas. De esta forma nadie pensaba que no tuviera dinero suficiente y nadie le iba a cobrar.
Es curioso lo que plantea Onassis, en el fondo se parece mucho a lo que sugieren varias obras publicadas acualmente (y que José Silva ya expuso hace más de treinta años) bajo el nombre de "El Secreto". Esto es, vive como desearías vivir. Compórtate como si ya tuvieras aquello con lo que sueñas. En definitiva, visualiza tus sueños y vívelos.
A pesar de que la idea es interesante, y mucho, es más que probable que si alguien intenta esta estrategia acabe sin dinero mucho antes de que tan siquiera comience a sonreirle el éxito.

2 comentarios:

Javier López-Dóriga dijo...

Está claro! El poder de la mente siempre nos lo han dicho... es infinito.

Piensa y actúa como quieres ser y lo serás, para lo bueno y para lo malo.

Para conseguirlo no solo hay que desearlo con fuerza sino creerlo, asumirlo y vivir como si fuera la única verdad, con la absoluta convicción y dedicación que sólo algunas mentes preclaras o "visionariamente enajenadas" pueden aguantar.

Algunos cadaveres hay también en la cuneta...como para todo hay que tener suerte.

Yak dijo...

Hay muchas escuelas que apuestan por estos conceptos de distintas formas. Por ejemplo, Erik Von Markovik plantea que para que tener éxito hay que hacer Demostraciones de Alto Valor (social, se entiende). Por otro lado recuerda a la profecía que se cumple a si misma.