martes, 24 de junio de 2008

Discurso de 1855, cada día mas vigente


"Sabemos bien que el hombre de piel blanca no puede entender nuestra manera de ser. Tanto le importa un trozo de tierra que otro, porque es como un extraño que llega de noche a arrancar de la tierra todo lo que necesita. No ve la tierra con una hermana, sino más bien como una enemiga. Cuando la ha hecho suya, la menosprecia y sigue andando. Deja atrás las sepulturas de sus padres y no parece que eso le duela. No le duele desposeer la tierra de sus hijos. Olvida la tumba de su padre y los derechos de sus hijos. Trata a la madre tierra y al hermano cielo como si fueran cosas que se compran y se venden; como si fuesen animales o collares. Su hambre insaciable devorará la tierra y detrás suyo dejará tan sólo un desierto."

Quizás Seattle, jefe de la tribu Suwamish, hubiera tenido más éxito hoy día publicando esta carta en su blog, quizás lo hubiera tenido elegiendo una campaña de marketing viral o mk de guerrilla en las praderas americanas, seguro que habría utilizado publicidad emocional.

LO QUE ES SEGURO Y ESCALOFRIANTE ES COMO ESTE JEFE INDIO (SALVAJE Y NO CIVILIZADO) VIÓ HACE MÁS DE SIGLO Y MEDIO, LO QUE NO CONSEGUIMOS VER NOSOTROS PARA DIEZ AÑOS.

4 comentarios:

Yak dijo...

lo cierto es que es difícil ser más emocional. En la senda de este jefe indio van algunas marcas modernas, que reseñaré publicamente.
La idea que subyace del texto que nos presentas, Chicho, es que la tierra no se la entregamos a nuestros hijos sino que son, precisamente, nuestros hijos los que nos la prestan.
Eso era hacer un discurso de valores, justo lo que ahora nos falta.

Anónimo dijo...

Superior. Sabias palabres. Será una muestra de que todo está dicho, de que todo está inventado, de que todo es cíclico y por tanto siglo y medio después de este discurso volvemos a lo mismo, a lo esencial? Será acaso una muestra de que el hombre no aprende, o digamos que le cuesta?
Gracias chicos, soy fan de vuestro BLOG... Lo encontré de casualidad...

Javier López-Dóriga dijo...

Hello Anónimo, (más que anónima si no me equivoco).

Tienes razón, al hombre racional y evolucionado le cuesta aprender o no quiere... ya no tiene los pies en el suelo, quizás las suelas de nuestros zapatos no nos dejen "pensar-sentir".

Me gusta tu estilo... me suena conocido...

Anónimo dijo...

no es que no he seguido...simplemente se parò la maquina y no hay que tratarla mal...hay que hacerle caso a la maquinola...te dejo un abrazo grande y que andes bien
nacho