lunes, 19 de mayo de 2008

Pocas casualidades


Al poco de ganar las elecciones en España el Partido Socialista, sus afines catalanes del PSC reivindicaban un trasvase a Barcelona.

En este blog no analizamos la política, sólo la comunicación política.

En los primeros momentos se planteó la opción de Ródano, dadas las tensiones comparativas que surgirían con Valencia. Finalmente, y en un ejercicio acrobático de ingeniería semántica, se autorizó un trasvase (que se llamó de cualquier forma menos de esta) del Ebro. Se autorizó por razón de urgencia. Lo que sucede es que llevamos dos semanas en España viendo llover día si y día también (que me está costando mucho esfuerzo mantener el moreno). De esta forma la urgencia parece diluírse. Si llueve, ¿Para qué quieren agua?

Y aquí llega el prodigio de la oportunidad (esa mágica fuerza que todo lo puede). Con el peso de lo interesante (sabemos que en comunicación pesa más que lo importante) hoy se ha hecho circular entre los medios la foto que preside la anotación. Fíjense que la foto esta siendo la misma en todas las publicaciones.

Nosotros, que ponemos la luz sobre la sombra, y tras lo dicho, vemos una intención comunicativa abrumadora. Con la excusa de que "la iglesia de Sant Romà, que permanecía sumergida en el embalse de Sau, se puede volver a ver" (que sí, que es preciosa) se ha conseguido reavivar en el público una idea que tras dos semanas de lluvia había desaparecido, la sequía.

Enhorabuena al gabinete y al que supo ver la oportunidad cuando se les cruzó por delante.

1 comentario:

Javier López-Dóriga dijo...

Una imagen vale más que mil palabras!!!

Y no hay nada mas que decir...