El riesgo es que te quieras quedar

Esto es lo que lees al aterrizar en cualquiera de los aeropuestos colombianos. Dentro de las múltilples vías que nos ofrece la "técnica de comunicación" para trasmitir atributos una de las más útiles y versátiles es la modificación de los marcos semánticos de las palabras. Esto es lo que se va a llamar próximamente "ingeniería semántica".

Veamos el ejemplo de Colombia. La palabra nos sugiere de forma automática una serie de imágenes y valores. Éstos, por ejemplo son: Café, cocaína, selva, cártel...Como vemos los elementos evocados son positivos y negativos. Entre ellos se encuentra uno muy claro (derivado del record permanente de secuestros): el riesgo.

Riesgo, según la R.A.E es: (Del it. risico o rischio, y este del ár. clás. rizq, lo que depara la providencia).
1. m. Contingencia o proximidad de un daño.
2. m. Cada una de las contingencias que pueden ser objeto de un contrato de seguro.

Pues bien, la apuesta del Gobierno Colombiano (brillante) es tomar el concepto de "riesgo"(que relacionamos de forma preconcebida con el secuestro y el crimen) para transformarlo mediante el cambio de marco en un hecho positivo. Si, claro que hay riesgo, que te guste tanto que te quieras quedar.

Como decisión comunicativa tienes dos opciones: O niegas el riesgo y no eres creíble. O lo aceptas, pero deformas su "sentido" (o carga semántica) para ofrecer otra perspectiva dentro de lo creíble.

Finalmente, debemos decir que tienen razón. Colombia es un país en el que uno se quedaría. Tiempo habrá de hablar de "Andrés Carne de Res" ( propiedad de Andrés, una de las personas más creativas y artista que existen) o "Juan Valdez" la cadena de cafeterías que está haciendo llegar el café de las cooperativas a todo el mundo. Por ahora nos quedaremos soñando por una paseo por la 46 de Bogotá en Navidad...